Aceite de almendras dulces: una base universal

El aceite de almendras dulces es un favorito para realizar mezclas aromáticas, de los más utilizados. Su nombre científico, Prunus amygdalus, del cual usamos la variedad dulcis, también se conoce como Prunus dulcis.

Es un aceite vegetal de color amarillo claro y se suele confundir con el aceite de avellana  y el de chabacano (albaricoque), ya que química y físicamente se parecen bastante. Su aroma no es fuerte y algo dulce.

Es muy nutritivo para la piel, contiene:

  • Ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico.
  • Ácidos grasos poliinsaturados, como el ácido linoleico.
  • ácidos grasos saturados, como el ácido palmítico.
  • Vitaminas: A, B (1,2,6) y E.

Todos estos componentes, lo hacen de un valor especial para:

  • Piel seca
  • Inflamación
  • Irritación
  • Prurito

Es emoliente, por lo que calma,  suaviza  la piel, impide la pérdida de agua de la misma y muy apreciado en preparaciones cosméticas.

¿Un masaje con aceite de almendras dulces? Definitivamente que sí.  Úsalo en una dilución al 2% con un aceite esencial o una sinergia de ellos  para reconfortar los sentidos, relajar o calmar la ansiedad.

Algunas precauciones en su uso:

  • Ojo con personas alérgicas a las nueces.
  • Tiende a enranciarse.
  • Cuidado con la ropa ya que puede mancharla con gran facilidad.

 

 

 

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