Siempre que hablamos de dermatitis o eczema, creemos que esta solo puede ser ocasionada por algún producto que nos coloquemos en la piel, o por alguna actividad que realizamos en presencia de algún alergeno. Pensar que un producto que se difunda en el aire pueda ocasionarla, nos parece imposible y lo descartamos.

En días recientes, descubrí un artículo, que será de mucho interés y utilidad para la práctica de la aromaterapia, ya que se relaciona con la dermatitis de contacto y la difusión de  aceites esenciales. Una manera muy común de usarlos, y en muchas ocasiones indiscriminadamente, sin reglas de uso, ni el tipo de aceite esencial  que se este utilizando.

El artículo lo pueden conseguir en esta liga:  https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=Airborne+Contact+Dermatitis+Caused+by+Essential+Oils+in+a+Child.

Este estudio, nos resume la historia de un niño de 7 años de edad, quien fue llevado al hospital por presentar lesiones eczematosas  en varias partes del cuerpo. Se le dio un diagnóstico de: Dermatitis  alérgica de contacto.

Posteriormente se le administró un tratamiento  tópico para el control de las erupciones, y se le realizaron pruebas que demostraron una alergia  a los peróxidos del linalol ( componente muy común de los aceite esenciales).

Los padres indicaron que  no habían utilizado ninguna fragancia tópica,  pero reportaron el uso de difusor de aceites esenciales por muchos años en la casa. Por este motivo, se les sugirió la eliminación de esta práctica y el niño recuperó su salud.

Aquí podemos ver un caso muy particular de una Dermatitis de Contacto por partículas aéreas, la cual es una reacción que se desencadena por la exposición a partículas en aerosol. Además, se complica y es un factor de riesgo importante en personas con historial  de atopías.

Por esta razón, es muy importante recordar que cuando algunos de los componentes  de los aceites esenciales entran en contacto con el aire, tienden a reaccionar con el oxígeno, oxidándose  y formando componentes que pueden ocasionar este tipo de reacciones.

De aquí el cuidado extremo que debemos de tener con ellos, y sobretodo en personas que sufren algún tipo de alergia a fragancias; así como la importancia de verificar y preguntar qué están usando y cómo lo están utilizando.

Por último,  tener en cuenta que los aceites esenciales viejos o mal almacenados, también corren el riesgo de oxidarse, por lo que deben desecharse antes de ser utilizados.

Medidas de seguridad siempre debemos de llevar en nuestra profesión y debemos de tenerlas presentes, para cada caso en particular. No debemos dar por sentado, que  un método de aplicación es seguro, o por que un aceite no presente muchos riesgos de uso, estamos del otro lado.

La práctica segura de la aromaterapia y nuestro estudio, serán los mejores aliados.