La brisa de otoño: conexión y calma a través de los aceites esenciales

El viento del otoño nos trae una oportunidad única para conectar con la naturaleza y con nosotros mismos. Las hojas que caen suavemente y el aire fresco nos invitan a hacer una pausa, a tomar una respiración profunda y a recordar la belleza del cambio y la transición. Pero, ¿cómo podemos llevar esa misma sensación de calma y frescura a nuestro día a día, incluso cuando estamos lejos de la naturaleza?

Los aceites esenciales son una forma maravillosa de traer esa sensación a nuestro hogar, a nuestro espacio interior. A través de ellos podemos invocar la calma del viento y la frescura de las hojas en movimiento. Hoy, quiero compartirte cómo integrar estos aromas en tu rutina para sentir la serenidad del otoño.

Aceites esenciales para evocar la frescura del viento

  1. Eucalipto: su aroma fresco, nos recuerda al aire limpio y claro, es ideal para esos momentos en lo cuales necesitamos claridad, despejar la mente y liberar tensiones.
  2. Pinos: con esas notas aromáticas  profundas, te ayudan a sentir esa conexión con los bosques y la naturaleza, trayendo esa sensación de calma y frescura que sentimos al caminar entre los árboles.
  3. Lavanda: la bendita lavanda, como una suave brisa que calma el alma. Es perfecta para relajar el sistema nervioso y acompañarte en momentos de reflexión.

Algunas maneras de integrar la naturaleza a tu día

  • Difusión en casa: Coloca unas gotas de  aceite esencial de eucalipto (Eucaliptos spp.) y pino (Pinus spp) en tu difusor para recrear la frescura del viento en tu hogar. Te ayudará a crear un espacio tranquilo y revitalizante.
  • Aromasticks: cuando necesites calma en la transición y sientas la mente sobrecargada , prepara un aromastick con lavanda (Lavandula angustifolia) y eucalipto. Llévalo contigo y úsalo cuando necesites darte un momento .
  • Ritual de auto-cuidado: para un momento al final del día, masajea tus manos  y pies, Puedes usar jojoba y agregarle aceite esencial de pino y lavanda, mientras cierras los ojos e imaginas la brisa fresca que acaricia las hojas y porque no, tu piel. Permite que ese aroma te lleve a un estado de relajación profunda.

Recuerda: La naturaleza siempre está dispuesta a enseñarnos a fluir y a adaptarnos. A través de los aceites esenciales, podemos traer esa sabiduría a nuestro día a día y recordar que, al igual que las hojas que caen con el viento, nosotros también podemos dejar ir lo que ya no nos sirve y abrazar la calma del presente.

¡Que cada inhalación sea una invitación a la paz y cada aroma un recordatorio de la belleza que nos rodea!

2 Comentarios

  1. Que hermoso artículo me encantó, aplicarían los mismos aceites para invierno ❓

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    • Gracias Martha y si puedes usarlos sin ningún problema. Además añadir los que sientas también que te abracen en esos momentos.

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