Acabo de ver la serie “Lecciones en Química” y, como aromaterapeuta, me sentí profundamente conectada con el viaje de la protagonista. Su habilidad para trabajar con moléculas, mezclas y elementos en la cocina, desde una perspectiva científica me llevó a reflexionar sobre el arte y la ciencia detrás de la aromaterapia. La serie nos presenta la historia de una mujer que, a través de la química, crea, innova y transforma. Y de inmediato pensé en mi propia práctica, en cómo la química juega un papel esencial en cada una de mis decisiones al trabajar con aceites esenciales.
La serie me llevo a un recuerdo, una ocasión muy especial cuando creé un ungüento para mi madre, quien sufre de dolores crónicos. Al seleccionar los aceites esenciales para la mezcla, me vi en un proceso similar al de la protagonista de la serie cuando formula: cada elección fue consciente, cuidadosa y meticulosamente pensada. De igual manera el proceso aromático en la creación de mezclas.
El proceso de creación de ese ungüento no solo fue una cuestión de mezclar aceites al azar; fue una búsqueda por encontrar el equilibrio perfecto entre los componentes activos de cada aceite, asegurándome de que interactuaran de manera armónica para maximizar su efecto terapéutico. El aroma, la textura y el efecto del ungüento fueron el resultado de ese delicado equilibrio.
De lo que más me cautivo de “Lecciones en Química” es como la protagonista combina ciencia y arte. Aunque ella trabaja en una cocina, esa cocina se convierte en su laboratorio, donde experimenta con precisión científica. En aromaterapia, algo muy similar ocurre: sea donde sea que se encuentre nuestro laboratorio, cada fórmula requiere observación, cuidado y un sentido agudo de cómo los componentes interactuando entre sí. Mientras preparaba el ungüento para mi madre, no solo estaba confiando en la ciencia de los componentes de cada aceite, sino también en mi intuición sobre lo que ella necesitaba emocional y físicamente. Este proceso me recordó lo que vemos en la serie: la búsqueda por crear algo que no solo funcione en teoría, sino que tenga un impacto real en la vida de alguien.
Al igual que la protagonista, quien enfrenta resistencia en un mundo dominado por hombres, en el campo de la aromaterapia también encontramos el reto de que se reconozca el valor científico detrás de las prácticas holísticas. Y no puedo dejar de destacar algo que también me resonó, las recetas delicadamente preparadas, el esmero de la preparación y presentación. En la aromaterapia, ocurre algo similar. No se trata solo de la mezcla, sino también de como presentamos la fórmula final. Los productos deben ser visualmente atractivos, en envases que correspondan, etiquetados, textura agradable y por su puesto el aroma que nos envuelve. La experiencia sensorial debe ser completa.
En “Lecciones en Química”, como en la aromaterapia, descubrimos que detrás de cada fórmula hay una alquimia más profunda: la conexión entre ciencia, arte y el poder de transformar la vida con algo tan simple, y a la vez tan complejo, como una mezcla bien hecha.
0 comentarios