Jabón antibacterial
Algunos aceites esenciales, tienen propiedades antibacteriales, así que vamos a aprovechar estas bondades para nuestro provecho.
• 250 gr. Base para jabón de glicerina.
• Ralladura de limón, que además de un olor agradable da un toque de color al jabón.
• Podemos usar también estropajo rallado o polvo de incienso.
• Sinergia de aceites esenciales provenientes de coníferas, los cuales son excelentes antibacteriales, con un aroma delicioso a bosque.
¬ 2ml abeto siberiano.
¬ 2ml pino silvestre.
Método de preparación:
• Vamos a derretir 250 gr. base para jabón de glicerina según el método de su preferencia, baño María u horno de micro ondas.
• Una vez derretida, y un poco enfriada, agregamos la ralladura de limón. Revolvemos bien.
• Al final agregamos, la sinergia de los aceites esenciales.
• Verter en molde.
• Rociamos alcohol, para quitar las burbujas que quedan encima del jabón.
• Dejamos secar y listo para desmoldar.
• Una vez desmoldado, envolver inmediatamente.
OPCIONAL: Pueden agregar estropajo molido, o el polvo de incienso, ya que nos ayuda con su efecto exfoliante.
Una opción antiséptica es árbol del te, te limón y lavanda.
¿Qué es y como se prepara el polvo de incienso?
El polvo de incienso, es el que se obtiene al moler la resina pura de incienso. No son los conos, ni las varitas que se prenden, es la resina que se usa para quemar en incensarios.
Se compra en el mercado, la resina de incienso, mirra o copal y se coloca en el moledor eléctrico para café y, se muele, hasta que quede bien fino, bien pulverizado y listo. Da un toque divino al jabón y es exfoliante suave.
Se guarda en un recipiente bien cerrado. Si se pone muy duro cuando lo van a utilizar, simplemente triturarlo bien con el fondo de una cuchara.