Los copales, pertenecientes al género Bursera, comprenden varias especies, muchas de ellas utilizadas en México, para rituales mágico-religiosos, ofrendas, festividades e  incluso para uso medicinal. Su historia viene desde épocas prehispánicas y a la fecha, estos usos siguen teniendo una vigencia muy importante en  diferentes comunidades.

De los troncos se extrae la madera para la elaboración de artesanías;  de las frutillas y hojas, se obtiene aceite esencial; y de la resina, además de sus usos medicinales, se unen las prácticas religiosas.

Te vas a sorprender con la cantidad que existen, siendo una de ellas especialmente conocida, ya que nos ofrece un aceite esencial muy preciado, tanto por perfumeros, como aromaterapeutas.

Aquí la información de alguna de ellas:

Bursera linaloe, Linaloe, Xochicopalli, copal florido. Sobre explotado por la producción del aceite esencial proveniente de la madera, hoy en día este se obtiene de las frutas y se conoce con el nombre de Linaloe Berry. También, de su madera se producían las famosas cajitas de Olinalá, con ese aroma tan particular y característico de la corteza del árbol.

” Abra la cajita marchantita, abra la cajita güerita… huélala”, me instaban alrededor.

Bursera bipinnata,  conocido como Copal blanco, chino, santo. Muy utilizado en México, no solo como ofrenda, sino en uso medicinal, para curar el frío y los dolores. Suelen recogerlo sobre una penca, de allí su nombre “copal de penca”.

Bursera copallifera, Copal santo, también conocido en algunas regiones como copal blanco y de penca.

Bursera glabrifolia, Copalillo, se considera que tiene una madera más trabajable para artesanías, mientras que su resina es mucho más pegajosa que las otras especies. De sus hojas se  hace una infusión como bebida anti catarros.

Las amenazas con mayor importancia para estas especies, radican en la sobre explotación de su madera, de la selva caducifolia y los diversos cambios de uso al suelo que se han venido dando.