No se qué sucedió ayer, que decidí navegar por los amplios mares de los videos en el internet. Entre búsquedas encontré un título de aromaterapia que me llamó mucho la atención.
Cuál no sería mi sorpresa, al empezar a escuchar tales farfulleos, que mis oídos no daban crédito, para después continuar con otros peores.
“Escuelas”, administradas por personas que sustentan títulos inexistentes, “personas”, las cuales afirman haber estudiado con autoridades en la materia, para luego descubrir que son falsedades.
En fin, esto y mas encontramos en el amplio océano de lo que hoy es el internet.
Por un lado, estamos luchando para que la aromaterapia sea reconocida como una profesión seria, y con un sustento científico; los maestros, que pertenecemos a escuelas éticas y honestas, nos certificamos, buscamos información nueva en todo momento, investigaciones que nos apoyen, nos afiliamos a organizaciones profesionales, asistimos a conferencias y congresos, seguimos un código de ética y por otro lado, ¿Qué sucede?
Que nos encontramos de frente, con engañadores profesionales, personas que dicen haber sido alumnos de pioneros en la materia, para después enterarnos que lo que estudiaron y con quién lo hicieron, es una falacia. Llegan a tales extremos, de adjudicar a dichas personalidades, investigaciones falsas, inexistentes y ¿Basándose en qué?
Sencillamente en la ficción de sus mentes, el deseo de sentirse importantes ante un público que deposita toda la confianza en ellos, se cimenta con una sucesión de mentiras, engaños y embustes.
Hasta llegar a escuchar en algunos medios, el colmo de levantar al Dr. Jean Valnet de su tumba y adjudicar le un género que no le pertenece!!!
Hay que tener cuidado de divas y divos, séquitos y caravanas y ser reales. Recuerden que en nuestro ramo abunda la charlatanería y el ego.
Es importante, que las personas que aspiren a una educación legítima, se aseguren con quien lo están haciendo y a que escuela asisten. El profesor, debe presentar las credenciales que lo avalen y sobre todo, las que “dice” tener, así que no se sientan intimidados, y soliciten toda la información necesaria y pertinente. Credenciales, POR FAVOR!!!
Como decía el gran escritor, filósofo y poeta, Ralph W. Emerson:
“El secreto de la educación está en el respeto al discípulo.”
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