Mi mamá huele a paleta de vainilla

Cuando hablamos del aroma de alguien, estamos buscando transmitir una experiencia sensorial única y personal, capturada en el archivo de nuestro cerebro.

El aroma como bien sabemos evoca recuerdos y muchas emociones, así que la descripción llega a ser muy subjetiva, es de quien la percibe.

Aquí quise compartir esta experiencia personal y conectar con uds. a  través de el.

Hoy me acerqué a darle un beso a mi mamá, olí sus manos, y de repente la ráfaga de recuerdos  brotaron como baño de burbujas de jabón.

Sus manos y toda ella, tenían el aroma de las paletas de vainilla  de mi niñez, aquellas que comía en las tardes calurosas del lugar donde nací.

De allí me remonté a las calles de mi infancia, al carrito de helado que venia empujando un señor delgado, que vestía pantalones negros y camisa color crema, remangada hasta los codos.

Pasaba todos los días enfrente de mi casa, voceando:-heladooooos Lisssss- y las campanillas del carro sonando.

Corriendo salía por mi paleta de agua, de vainilla o de fresa. Ese inigualable aroma y sabor, que jamás volví a encontrar, es el aroma de mi mamá.

¡Qué maravilloso mundo el de los olores, hasta donde  pueden llevarte en tan solo un instante!

Un aroma que nos guste, puede evocar en nosotros memorias hermosas, evocar pensamientos positivos y disminuir los negativos;  una de las enormes aportaciones que tienen los aceites esenciales a nuestro bienestar.

Estar presente con los aromas que nos rodean es increíble; y claro, también nos pueden remontar a cosas no agradables, disparando memorias no tan buenas, de manera que nos colocan  en un estado de ánimo de tristeza o pesadumbre, incluso de inseguridad y miedo. ¿Cuántas veces no te ha sucedido esto?

Dale entrada a ese espacio y conexión tan especial que pueden tener de manera positiva los aromas, cuando te sientas hacia abajo, rodéate de ellos, escoge un aceite esencial y ábrete al enorme potencial que guarda para ti, es el impacto emocional que los aceites esenciales pueden  ejercer en ti.

Permítete estar presentes con ellos y reducir lo negativo en tu vida, que te lleven a recuerdos felices y a momentos alegres que creías olvidados.

¿Te has puesto a pensar a qué huele tu mamá, tu papá o alguien cercano que quieras mucho?

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