Reinventando Mi Práctica de Mindfulness: Lecciones de una Cirugía de Pie

Hace poco, la vida me puso frente a una pausa inesperada: una cirugía de pie. Lo que parecía un obstáculo en mi camino se convirtió en una ventana de oportunidad para reinventar y profundizar mi práctica de mindfulness.

Muchas personas asocian la meditación y el mindfulness con la imagen de estar sentada, en silencio, con las piernas cruzadas y los ojos cerrados. Sin embargo, existen muchas posibilidades para estar  atentos al momento presente y pude adaptar mi práctica a mi situación actual, haciéndome más consciente en otros aspectos de mi día a día.

Bajo órdenes médicas, tenia que caminar, y una caminata se convierte en una profunda práctica de mindfulness. Esta  implica centrarse en cada paso, sintiendo el contacto del pie con el suelo, siendo consciente de cada movimiento y sensación. Aunque mis pasos eran lentos y cuidadosos, esta forma de meditación me conectó con el momento presente de una manera que no había experimentado antes. Cada paso se convirtió en un recordatorio de gratitud y de la maravilla del movimiento humano, así tal cual estaba, e incluso me ayudó a observar, percibir y aceptar el dolor en cada uno de mis pasos, en el aquí, en el ahora.

Las actividades de la vida diaria, como lavarme los dientes, el cabello,  el estar de pie,  e incluso ir a la cocina para prepararme una taza de café, fueron actividades que en esos momentos requerían toda mi atención y habilidad. Noté detalles que  quizá ya solían pasarme por alto: el sonido del agua hirviendo, el aroma de mi café recién molido y colado, las sensaciones al estar simplemente de pie. Estas pequeñas prácticas transformaron mi día a día en una serie de momentos conscientes y significativos.

A lo largo de este proceso, viví  el mindfulness en toda su amplitud, y que no se trata de una posición física o de un entorno específico. Se trata de la calidad de atención que le damos a cada momento de nuestra vida. Mi cirugía, lejos de ser un obstáculo, me brindó una perspectiva fresca y amplió mi comprensión de lo que significa vivir con atención plena.

Si estás pasando por un desafío físico o cualquier otra circunstancia que te haga replantearte tus rutinas, te animo a que lo veas como una oportunidad. El mindfulness es un viaje, y cada desvío o pausa puede ser una valiosa lección si optamos por verla desde esa perspectiva.

Recordemos siempre: el verdadero poder del mindfulness no reside en cómo nos sentamos o en qué postura nos encontramos, sino en cómo elegimos vivir cada momento de nuestra vida.

 

En cada acto cotidiano, en cada paso y en cada aliento, hay un universo entero esperando a ser descubierto.

 

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